domingo, 19 de agosto de 2012

¿Necesitas un abrazo?

Hoy es un día lluvioso, no ha salido el sol para nada y aunque normalmente me gustan los días de lluvia, hoy me siento diferente.  Me he estado sintiendo triste en estos días y la lluvia de hoy, acentúa esa tristeza.  Mientras miraba la lluvia caer me di cuenta de lo que necesito, solo una cosa cambiaría mi día por completo.  ¡Un abrazo!  


No se si les ha pasado, pero en los momentos más difíciles, cuando siento que voy a explotar pero no puedo siquiera llorar, cuando me siento al borde de la depresión; un abrazo sincero me cambia por completo como me siento.  Por años los abrazos han sido mi medicina favorita. 

A juzgar por cómo me siento luego de abrazar y recibir un abrazo, todos deberíamos abrazar al menos a un ser querido todos los días.  A veces nos sentimos muy bien cuando abrazamos a alguien que sabemos lo necesita, otras simplemente tenemos que dejarnos abrazar.  Todos tenemos necesidad de tocar y ser tocados, de amar y ser amados. El amor que no demostramos  puede convertirse en dolor. Por ello, no conviene tragarse lo que sentimos.  Cuando abrazamos tenemos que ser que ser humildes y permitirnos ser vulnerables, hay que entregarse por completo.  Satisfacer la necesidad de afecto es tan importante como satisfacer la necesitad por agua o comida, negarse un abrazo o negarlo a un ser querido es ser egoísta.

No puedes envolver el amor en una caja, pero si puedes envolver a una persona en un abrazo.  Abrazar se trata de dar y recibir, si abrazamos a alguien todo el tiempo pero esa persona no se entrega de la misma forma, el efecto no es el mismo.  Cuando el abrazo es honesto y la entrega es total, el poder curativo del abrazo es total.  El abrazo tienes que ser sin juzgar, sin prejuicios.  

Estuve leyendo en el site Control Vital, un poco sobre abrazo terapia; allí dice lo siguiente: Un abrazo diario eleva nuestra estima, mejora el sistema inmunológico, nos une. Dos abrazos multiplican el efecto. Tres abrazos tiene un poder sanador, anti estrés, protector.  Es realmente insospechado todo lo que podemos curar con los abrazos, desde un simple perdón hasta un cáncer. Al abrazar sinceramente podemos equilibrar nuestras energías y desplazar la negatividad de ambas personas. 

En estas vidas tan llenas de estrés, trabajo y preocupaciones nos hemos olvidado de lo bien que nos sentimos luego de un abrazo.  ¿Saben qué?  De tan solo pensar en ello me siento mejor, sin embargo; tan pronto termine con este artículo voy en 
busca de mi abrazo de hoy.  Haz lo mismo, vas a ver que bien te vas a sentir.

sábado, 17 de marzo de 2012

¿Tienes brújula?

A todos nos pasa en algun momento de la vida que sentimos que damos vueltas, nos mareamos con los vaivenes de nuestros agitados días llenos de trabajo y preocupaciones.  Cuando el estrés del trabajo y emociones tales como ansiedad, desesperanza, rabia, miedo y soledad se mezclan; todo se complica y es cuando sientes que estas en el ojo del huracan.


La vida es como un viaje en barco, subes y bajas segun las olas. Las olas que te mueven provienen de varios sitios, tus compañeros de trabajo, el estrés de tu profesión, la familia y sus cosas, hijos, pareja, hasta desconocidos que simplemente de alguna manera afectan tu vida.  Los vientos huracanados pueden ser tan fuertes que sientes que todo te da vueltas, de repente no sabes hacia dónde te diriges, no tienes ni idea de qué sientes o qué quieres hacer.  


Gracias a los amigos no pierdes el horizonte, ellos representan el faro que te indica el camino a casa. Cuando tienes buenos amigos, siempre llega uno en el momento adecuado y te hace abrir los ojos, algunos te ofrecen su compañía para no dejar que te ahogues, otros te dan la mano y acto seguido te dan una bofetá pa' que despiertes y reacciones, hay quienes te dan un abrazo y te ofrecen su hombro para que llores.  Mis favoritos, son aquellos que tienen la abilidad de hacer todo eso, llegaron, te movieron el piso, te hicieron abrir los ojos y darte cuenta que el huracan no llega ni a vientos de tormenta y te guian a puerto seguro; un puerto (o una desición) que tu ya conoces pero que te negabas a ver.


En ocasiones, el huracan es real, los acontecimientos te tumban momentaneamente; te quedas sin fuerza y necesitas recuperarlas.  Cuando sufres naufragios, los verdaderos amigos (aquellos que no huyen o se hacen los locos), son el ancla que te apoya mientras reunes fuerzas para levantarte y seguir.  Al cabo de un ratito luego de algunas noches de terapia con esos amigos que se preocupan, te acompañan, te abrazan y tambien te dan la pescozá cuando la necesitas; estas listo para la lucha nuevamente.  Esos amigos son la brújula que nunca permite que pierdas el norte, esos son lo que sin importar lo que pasa, sabes que siempres vas a salir del hoyo porque ellos están allí para darte la mano.


Tengo un par de esos amigos, ¿y tú?  Si los tienes, conservalos; ¡todos necesitamos una brújula para llegar a nuestro destino de vez en cuando!



domingo, 11 de marzo de 2012

La verdadera amistad llega con el silencio

Durante los pasados meses he estado pasando por una serie de momentos bien retantes en mi trabajo a la vez que en mi vida personal he vivido una serie de episodios díficiles.  Al estar lejos de la familia y de mis pilares de apoyo, mis amigos, esos problemas se magnifican.  Casi en medio de esa locura llegó una amiga directamente de Puerto Rico a trabajar aca con nosotros y mi vida cambió.


Conocí a esta chica hace varios años cuando la entrevisté para una posición vacante que tenía.  La contraté porque tenía buenas credenciales pero sobretodo porque hicimos click inmediatamente.  Sabía que podriamos trabajar juntas porque de alguna manera sentí que eramos compatibles.  Lo que no sabía es que años más tarde cuando ya no se reportaba a mi, nos convertiríamos en amigas.  


En esta nueva etapa profesional en la que ambas estamos lejos de nuestra familia y otras amistades creo que nos hemos unido más.  Mientras le entregan su apartamento se ha estado quedando en mi cuarto de visitas y el hecho de compartir un techo nos ha hecho conocer cosas nuevas de cada una.  Cuando compartes tanto tiempo con una persona en algún momento te quedas sin palabras, simplemente no hay nada de que hablar por un rato.  A mi me pasa que al llegar del trabajo necesito silencio, estar un rato en calma, sin hablar para bajar las tensiones del día y poco a poco volver a caer en tiempo.  


Los primeros días sentía que era mi obligación ser una buena anfitriona y hablar aunque no quisiera.  Poco a poco aprendí que a ella le pasaba lo mismo asi que en un momento dado, hay mucho silencio en la casa.  Cada cual está ocupada en sus propios pensamientos pero de repente llegamos a nuestro nivel y empezamos a hablar.  A veces ni siquiera prendemos el televisor y antes de darnos cuenta ya es hora de irse a acostar.


Por eso cuando leí que la verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos personas es cómodo, entendí rápidamente el mensaje.  Cuando la amistad es sincera no hace falta hablar como locos todo el día tratando de justificar algo o desviando la atención de nuestro amigo para que no pueda fijarse en nuestros defectos.  Lo importante es que sabes que está ahí, cerca de ti en caso de que l@ necesites.  ¿Cuanto tiempo puedes pasar en silencio cuando estas acompañado de un amigo?