A todos nos pasa en algun momento de la vida que sentimos que damos vueltas, nos mareamos con los vaivenes de nuestros agitados días llenos de trabajo y preocupaciones. Cuando el estrés del trabajo y emociones tales como ansiedad, desesperanza, rabia, miedo y soledad se mezclan; todo se complica y es cuando sientes que estas en el ojo del huracan.
La vida es como un viaje en barco, subes y bajas segun las olas. Las olas que te mueven provienen de varios sitios, tus compañeros de trabajo, el estrés de tu profesión, la familia y sus cosas, hijos, pareja, hasta desconocidos que simplemente de alguna manera afectan tu vida. Los vientos huracanados pueden ser tan fuertes que sientes que todo te da vueltas, de repente no sabes hacia dónde te diriges, no tienes ni idea de qué sientes o qué quieres hacer.
Gracias a los amigos no pierdes el horizonte, ellos representan el faro que te indica el camino a casa. Cuando tienes buenos amigos, siempre llega uno en el momento adecuado y te hace abrir los ojos, algunos te ofrecen su compañía para no dejar que te ahogues, otros te dan la mano y acto seguido te dan una bofetá pa' que despiertes y reacciones, hay quienes te dan un abrazo y te ofrecen su hombro para que llores. Mis favoritos, son aquellos que tienen la abilidad de hacer todo eso, llegaron, te movieron el piso, te hicieron abrir los ojos y darte cuenta que el huracan no llega ni a vientos de tormenta y te guian a puerto seguro; un puerto (o una desición) que tu ya conoces pero que te negabas a ver.
En ocasiones, el huracan es real, los acontecimientos te tumban momentaneamente; te quedas sin fuerza y necesitas recuperarlas. Cuando sufres naufragios, los verdaderos amigos (aquellos que no huyen o se hacen los locos), son el ancla que te apoya mientras reunes fuerzas para levantarte y seguir. Al cabo de un ratito luego de algunas noches de terapia con esos amigos que se preocupan, te acompañan, te abrazan y tambien te dan la pescozá cuando la necesitas; estas listo para la lucha nuevamente. Esos amigos son la brújula que nunca permite que pierdas el norte, esos son lo que sin importar lo que pasa, sabes que siempres vas a salir del hoyo porque ellos están allí para darte la mano.
Tengo un par de esos amigos, ¿y tú? Si los tienes, conservalos; ¡todos necesitamos una brújula para llegar a nuestro destino de vez en cuando!
amigos brujula huracan camino horizonte seguro
No hay comentarios:
Publicar un comentario