domingo, 18 de agosto de 2013

¿Has visitado la plaza de tu pueblo?

En Puerto Rico asi como en el resto de Latinoamérica las plazas son bien comunes.  La plaza fue siempre el punto de reunión, el lugar dónde la gente iba a distraerse, a encontrarse con amigos y obviamente a enterarse de las últimas noticias, ¿o debo decir chismes?  Hoy día en Puerto Rico los centros comerciales han sustituido las plazas.  Muchas veces la genta va hasta los centros comerciales no a comprar sino a pasear, caminan mirando las vitrinas haciendo "window shopping" pero en realidad lo que hacen es buscar alguien con quien hablar.

Donde vivo, no hay plaza, tampoco centro comercial por lo tanto el lugar dónde todos van y se encuentran con la gente que hace tiempo no ven y se ponen al día con las noticias es una reconocida tienda de descuentos.  Es la tienda más grande de todo el pueblo y por la conveniencia de tener farmacia, supermercado, servicios generales para el auto, ropa, eléctronicos y mucho más, yo creo que todo el mundo pasa por allí al menos una vez a la semana.

Es interesante ver cuando dos amigos que hace días que no se ven se encuentran.  La cara les cambia, una sonrisa se dibuja en su rostro, cuando caminan en dirección del otro la forma de caminar cambia.  Unos van con ambos brazos abiertos, anticipando un gran abrazo y un par de palmaditas en la espalda; otros van con una mano estirada esperando un fuerte apretón de manos.

Luego del innegable acto de cariño, empieza el intercambio de anécdotas; siempre hablan de los mismo sin importar la nacionalidad.  El primer tema casi siempre es la salud, un repaso de la larga lista de enfermedades y tratamientos que me hace pensar una vez mas, que tonta es la ley HIPAA.  Luego pasan a la familia; quién se casó, se divorció, se las pegó a la pareja, cambiaron de trabajo, se quedaron sin trabajo o simplemente dejaron de trabajar.   Por supuesto hay que hablar de los amigos y usualmente se hablan de los mismos temas de la familia pero el tono es mucho más alto y los detalles más jugosos.  Esta es la parte donde la conversación parece más chisme que simplemente ponerse al día.

Hay personas más solitarias que buscan un libro y se sientan en uno de los bancos de la entrada esperando pacientemente a que llegue alguien a buscar conversación.  Algunos solo quieren una persona con quien hablar, otros van en plan de conquista.  Estos últimos, escogen cuidadosamente el libro que tienen entre sus manos.  Casi siempre usan como carnada uno de cocina, espiritualidad o el más reciente de James Patterson u otro autor de moda.

Tambien están los que van solo a caminar alrededor de toda la tienda como si estuvieran en la pista de caminar.  Se paran aqui y alla para curiosear entre la nueva mercancía pero en realidad solo quieren hacer un poco de ejercicio o simplemente matar el tiempo.

Ya sea caminando o simplemente sentado, la mejor parte de esta "plaza" es observar la vasta variedad de especímenes que visitan el lugar.  Toda clase de individuos con vestimentas o actitudes extrañas que muchas veces rayan en lo ridiculo.  Algunos son chistosos, otros sencillamente vulgares o asquerosos.  En la internet hay miles de fotos de estos personajes.

Como ven las diferencias entre nuestras plazas en la isla y esta plaza son muy pocas; es más casi ninguna.  Yo diría que quizás faltan los viejitos jugando domino pero estos son sustituidos por los jovencitos jugando videojuegos en la sección de electrónicos.  Como sea, nada como un banquito bajo una buena sombra con vista al ir y venir de los personajes característicos de tu pueblo; todo bajo un nítido cielo azul interrumpido con unas cuentas nubes aqui y allá.

domingo, 28 de abril de 2013

¡La primevera esta aquí!


Es un cliche, pero voy a decirlo como quiera; el tiempo pasa volando.  Hace ya dos años que estoy viviendo fuera de Puerto Rico y casi no puedo creerlo.  Para mi es todavía una experiencia ver como cambia el escenario con las estaciones del año.

Para nosotros en Puerto Rico, podriamos decir que nuestros panoramas son casi iguales todo el año, quizás tenemos dos estaciones una con mucho calor y otra con temperatura agradable.  Pero aca, cada estación es diferente, como diria una amiga; cada una tiene su encanto.

Durante mi primera primavera, no tuve casi tiempo de mirar alrededor; estaba buscando como acomodarme, casa, carro, trabajo nuevo.  El segundo año, ni me acuerdo que rayos hacía que nunca miré hacia al lado o que pasó pero este año estoy viendo colores y situaciones que antes pasaron desapercibidos.  Ahora he visto las flores silvestres amarillas engalanando la orilla de las carreteras y grandes extensiones de terreno cubiertas por unas pequeñas espigas rojas.  Es maravilloso ver esa "grama roja".  Los arboles son otro espectaculo, hay unos cuyas hojas se perdieron por completo en el otoño y pasaron el invierno desnudos y ahora se visten de gala en blanco, lila o rojo.

De todo, mi favorito son las aves que llegan poco a poco con colores tan llamativos como los de las flores alrededor.  Mi nueva afición es llegar a mi casa a mirar las aves comer de un comedero que compré. Tan solo me costó como diez dolares pero la terapia que recibo viendo y escuchando esas aves vale un millón.  He visto pájaros carpinteros, cardenales, bluejays, mockingbirds y otros.

Los colores del paisaje cambiaron y con ello, tambien he cambiado yo.  Ahora llego a casa luego de un largo día de trabajo y mi animo cambia.  Estoy aprendiendo a ver y sentir el encanto de cada estación, por ahora la primavera está creando grandes momentos en mi memoria.  Ahora que la primera está aquí, solo espero a ver que me perdí el verano pasado.  Hay que obligarse a bajar la velocidad y ver lo que tenemos alrededor, la prisa nos hace perdernos de muchas cosas.