lunes, 30 de mayo de 2011

¿Conoces tu carta de composición?

¿Alguna vez han tratado sin éxito de entender a una persona?  Hay quienes son imposibles de entender, si le dices blanco es negro y si dices negro es azul, nunca se sabe con ellos.  Esos seres cuya forma de pensar y actuar es única, fuera de los común, totalmente diferente a lo que la sociedad dicta, suelen ser felices; pero los que le rodean se rompen la cabeza tratando de entenderlos.


Cada persona es un mundo por lo que tratar de entender a los que nos rodean suele ser una parte de nuestras relaciones, si conocemos bien a la gente importante en nuestra vida podemos saber cuando hablar y cuando mantenernos callados, cuando todo está bien o cuando tenemos problemas.  Con estos seres especiales nunca se sabe.  Mi bisabuela solía decir que gente asi, no tiene carta de composición.  


Pero, ¿cual es nuestra composición?, ¿nos conocemos a nosotros mismos lo suficiente como para pretender conocer a los que nos rodean?  La mayoría de las personas le temen a estar solos, el silencio les aterra.  Buscan estar todo el tiempo rodeados de gente y prefieren estar pendientes a la vida del vecino porque de esa forma bloquean su propia realidad.  Al entretenerse con la vida de otros no se permiten tiempo para buscar en lo más profundo de sus propios pensamientos o de  analizar sus propias acciones.  Muchos de nosotros no conocemos nuestra carta de composición, sin embargo pretendemos que los que nos rodean la conozcan y sepan en cada momento cómo reaccionar o cómo hacernos sentir bien.  


No podemos depender de que la gente a nuestro alrededor nos haga sentir bien, ese no es su trabajo, ese es ¡nuestro trabajo!.  Nadie más excepto nosotros mismos tenemos la responsabilidad de conocer nuestros gustos, anhelos y esperanzas.  Solamente nosotros podemos desenredar la maraña de ideas que tenemos en nuestra mente, solo nosotros podemos tejer nuestro propio camino.  La felicidad que tanto buscamos no existe en ningún lugar, solo la podemos crear nosotros con nuestras acciones.  Solo el día que finalmente entendamos nuestra carta de composición tendremos oportunidad de ser felices, cualquiera que sea la definición de felicidad.

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