sábado, 18 de junio de 2011

¿Qué tan comprometido estas contigo mism@?

Hace un tiempo atrás estaba pasando por un momento de esos que te paralizan y te nublan la mente.  No era nada muy grave, tan solo tenía que tomar una desición que tenía el potencial de cambiar dramáticamente mi vida.  Como siempre, le estaba dando vueltas y más vueltas porque sabía cúal debía ser mi desición final.  La "mejor desición" implicaba que tendría que alejarme de la familia, eso me preocupaba, me sentía egoista por pensar solo en mi.  La desición de exportar mis conocimientos siempre había sido pospuesta por pensar en mi familia primero.


Un poco antes de este momento de analisis profundo fue cuando Javi llegó a mi vida.  Con su sonrisa y su alegre actitud ante los retos de la vida, su compañía siempre me hace bien.  En aquellos días yo estaba trabajando en New Orleans y Javi me fue a visitar.  Estuvimos hablando mucho sobre mi espagueti mental y el domingo en la mañana me pidió que lo acompañara a dar un paseo.  Desayunamos en el French Market y al terminar caminamos entre los artesanos y vendedores en el pulguero.  Llegamos a un puesto en el que vendían joyería y me sorprendí cuando Javi insistió en que me midiera un aro sin darme más explicaciones que "te digo orita".


Caminamos fuera del revolú del pulguero y luego sentados en un banco en River Walk, con el río Mississipi de frente comenzó a explicarme.  Javi se había divorciado un año antes de que yo lo conociera, yo siempre pensé que llevaba su aro de matrimonio por costumbre pero estaba equivocada.  El aro que Javi llevaba no era el de su matrimonio, este tenía un valor sentimental aun mayor.  Un aro de matrimonio se utiliza como símbolo de amor eterno.  Luego de muchos sacrificios por su familia, un tormentoso divorcio, y muchas horas de sueño perdido Javi entendió que por mucho que amara a su familia tenía el deber y la obligación de amarse primero a si mismo.  Como constantemente tenía que recordarselo, terminó haciendo un compromiso consigo mismo, hacer lo que lo hacía feliz sin remordimientos, ¿Cómo prometer amor eterno a alguien más si no es capaz de hacerlo consigo mismo?  Desde ese día lleva un aro que le recuerda el mayor compromiso de todos, el compromiso consigo mismo.


Desde ese día frente al Mississipi, yo también llevo un aro.  Los que me conocen saben que nunca me he casado y se preguntan por qué rayos uso un aro que parece de matrimonio, la respuesta es sencilla, representa el amor que siento por mi misma, me recuerda que antes de ser capaz de ayudar a otros tengo que ayudarme a mi misma, es símbolo de la promesa de hacerme feliz sin remordimientos ni sentimientos de culpa.  


Puede que quieras echarle una miradita a:
La vida hay que joderla




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