lunes, 10 de enero de 2011

Metí las patas, ¿y ahora que hago?

Para ser sinceros, tenemos que aceptar que todo en esta vida es una competencia.  Nadie quiere ser el peor o el promedio, todos queremos estar en el tope y en los trabajos esta realidad es más cierta que en muchos otros sitios.  Mientras más alto estés en el organigrama, más hipocresia hay a tu alrededor y la competencia no solo es mayor, sino que también es más cruel.  Los trabajos son como un baile, otro toca la música y tu bailas con alguién más (tu jefe) que es quién marca el ritmo, tu solamente lo sigues.  Tú no quieres seguirl@, pero tienes que fingir que estás feliz en hacerlo, hipocresía 101.  Tratas de hacer tu trabajo lo mejor que puedes para ganarte una promoción y asi "ganar como adulto".  El problema es que se te zafó el tiro y cometiste un error, en español puertorriqueño:  metiste las cuatro patas.  Ahora el jefe está molesto contigo, te aplica la ley del hielo y te saca el cuerpo, de repente ya no te invitan a los eventos especiales y tu compañeros se alejan pa' que no se les pegue tu macacoa.  Hay diez consejitos que pueden servirte para hacer el regreso del año:

  1. Realiza un acto de contricción - cuando pecamos la iglesia nos pide un acto de contricción, aquí es lo mismo, págate un desayuno para todos, invítalos a almorzar, déjale saber a todos con lagrimas en los ojos que lo sientes, sabes que fallaste y no volverá a pasar.
  2. Contínua con tu vida - como diría Daddy Yankee: "lo que pasó, pasó".  Da vuela a la página y demuestra que puedes levantarte como el ave fénix, el pasado es una lección aprendida.
  3. ¡Superate! - Todavía tienes trabajo, ¡aprovecha la oportunidad!  Concéntrate en lo que haces y hazlo muy bien, demuestrale a tu jefe que lo que pasó fue solo un uuups.
  4. Da cara - Todo el mundo habla de ti y lo sabes, no te escondas, ¡vacílate a ti mismo!  Habla del tema y deja saber a todos que entiendes sus sentimientos, especialmente los del jefe, no es cierto, pero lo tienes que decir como quiera.
  5. Reconciliate con tu mentor - Si de verdad jodiste la cosa, aquél que te enseñó debe estar molest@, busca contentarl@, usa la sicología barata y llénale la oreja con halagos.
  6. Pide Ayuda - Después de la humillación de aceptar que te equivocaste y la doble humillación de decirle a tu jefe que es casi dios, te toca pedir ayuda.  Este es el toque de gracia, si no lo haces ningún acto de contricción o intento de reconciliación va a funcionar.
  7. Tira bombas de humo - Cambia el rumbo de las conversaciones, necesitas una distracción para que dejen de hablar de ti.  Asegurate de seguir con tu actuación de profesional arrepentid@, todos tienen que creer que cambiaste y que nunca sucederá otra vez.
  8. Tienes que lamber ojo - Si tu companía realiza actos de filantropía y ha adoptado alguna misión, ayuda a la comunidad y ofrécete como voluntario en la próxima actividad, asi haces quedar bien al jefe.
  9. Limpia tu basura - Arregla lo que hiciste mal, pero ten cuidado, dije arreglalo.  Si no puedes, mejor no te metas, puede ser peor el remedio que la enfermedad.
  10. Si nada de esto funciona, y de repente encuentras que tienes menos y  menos trabajo, entonces mi amig@, te están desapareciendo poco a poco.  Es hora de adelantarte e irte antes de que te vayan.
Esta adaptación en arroz y habichuelas del artículo publicado en BusinessWeek es tan solo un servicio público, pero esta servidora no será responsable de ningún acto que suceda como consecuencia de haber seguido alguno de estos consejos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario