lunes, 4 de octubre de 2010

La tecnología y nosotros

Yo confieso ser una amante de la tecnología, me encanta todo aquello que tiene que ver con computadoras, celulares inteligentes, internet y otros.  Me fascina la forma en que todos estos aparatos o inventos nos pueden ayudar a facilitarnos la vida.  Pero, todo en esta vida tiene un pero; el uso sin control de la tecnología también puede complicarnos la existencia.  

La parte que más me preocupa es la forma en que la comunicación se ha afectado.  Ahora se prefiere enviar mensajes de texto, twitear o actualizar el estatus en FB en lugar de llamar.  Las parejas van a un restaurante y en lugar de hablar y compartir sus experiencias del día y preocupaciones cada uno opta por leer mensajes o navegar en la red en su celular.  Es más triste aun cuando uno de los dos está en otra galaxia gracias al aparatito en cuestión mientras su pareja aburrid@ busca como entretenerse y ante la realidad de ser ignorad@ por su acompañante decide hacerle ojitos a alquien más.  

En la casa es lo mismo, todos en la sala esperando por la cena; cualquiera diría que el cuadro es excelente ejemplo de una familia feliz pero el detalle es que todos están metidos de cabeza en sus respectivos juguetes: celular, DS, PSP, ipod, etcétera.  Tanto que se criticó al televisor y sin embargo cuando había un solo televisor se escuchaba la discusión de que querian ver, ahora ni eso.  Lo peor es que pretenden seguir haciendo uso de esos aparatos incluso durante la cena.  Si hay visitas, el cuadro no  cambia mucho, los chicos de hoy no hablan, textean y juegan.  Por eso cuando les toca hablar balbucean una serie de jeringonzas que hacen lucir como clásicos de la lengua española las que usabamos las generaciones pasadas.  La mayor parte de los juegos electrónicos son violentos, se juega a matar, a chocar carros, a la guerra y luego nos preguntamos de dónde sale tanta rabia, tanto coraje por la vida que algunos demuestran.

Ante el clima incivilizado que vivimos en Puerto Rico apuesto por una mayor y mejor comunicación.  Tenemos que volver a sentir la emoción de recibir la llamada telefónica de una persona querida justo cuando lo necesitamos, la sonrisa se escucha a través del telefono.  Las emociones (todas ellas) se transmiten mejor usando la voz que los famosos emoticons.  Tenemos que establecer límites al uso que le damos a la tecnología, textear no es malo, pero hacerlo todo el tiempo en lugar de hablar es preocupante.  Jugar no es malo, lo malo es hacerlo todo el tiempo, lo malo es no crear un balance entre los juegos eléctronicos y los juegos de mesa y los deportes.  Desarrollar las destrezas motoras a través de los juegos es genial, pero también hay que desarrollar la habilidad de comunicarse, las destrezas de análisis y toma de desiciones y el mantenimiento y desarrollo del cuerpo a través de los deportes.  Hay que prohibir el uso de todos esos artefactos en la mesa, tenemos que acostumbrarnos a hablar primero y compartir en familia un rato antes de que cada cual se exprese a través de su tecnología.

Me sigue gustando la tecnología, solamente hay que tener cuidado y establecer controles para su uso.  Dichos controles los establecen los padres para los niños pero también ellos tienen que predicar con el ejemplo.  A ver si hablamos mas, y texteamos menos.

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