¡Ay el amor, el amor! ¿Habrá un sentimiento más incomprendido y a la vez más buscado? La gran mayoría de las personas les gusta sentir que están enamorados, y cuando el amor no llega entonces la depresión y la amargura parecen ocupar su lugar. Las herramientas o medios han cambiado pero los enamorados todavía buscan demostrarse ese amor de formas tradicionales, ó innovadoras, a veces hasta locas.
Esas demostraciones van desde serenatas, cenas especiales a la luz de las velas, colocar un cruza calles con la declaración de amor, tatuarse el nombre o la imagen del amado hasta tirarse en paracaídas para gritar su amor. El amor cambia el estado anímico de las personas, al principio se siente euforia, te sudan las manos, los latidos del corazón aumentan y algunos hasta sienten mariposas en el estomago. Son estas manifestaciones las que han hecho sentir curiosidad a los científicos que por años han tratado de darle una explicación científica al amor.
La profesora Stephanie Ortigue, de la Universidad de Syracuse, en Nueva York dice que enamorarse puede provocar la misma respuesta eufórica que provocan las drogas en el cerebro. El amor, activa varias zonas cerebrales que incluyen las vinculadas con funciones cognitivas. La investigadora y su equipo descubrieron que cuando un individuo se enamora, se activan 12 áreas cerebrales para liberar compuestos químicos como dopamina, oxitocina y
adrenalina. Usando los resultados de las pruebas hechas durante los últimos 10 años crearon un mapa cerebral. Ellos creen que la activación de ciertas zonas cerebrales puede generar un estímulo en el corazón y la sensación de mariposas en el estomago.
Si queremos seguir viviendo con la ilusión de que el corazón manda a la hora de enamorarse, pues lo hacemos y ya, pero ahora hay evidencia científica de que el amor surge en el cerebro. Es allí dónde se activan áreas cognitivas complejas como las encargadas de la representación mental y la autoimagen corporal. Los compuestos químicos liberados producen euforia y sentimientos de satisfacción y felicidad. El amor a primera vista, ¡si existe! Enamorarse toma 0.5 segundos. Ese es el tiempo que tarda el cerebro en respondes liberando los compuestos químicos antes mencionados cuando se encuentra a la persona amada.
Increíble, ¿verdad?; no entendí por qué rayos explicar si el amor era cuestión del corazón o el cerebro era tan importante hasta que leí el final de la noticia dónde dice que con esta información se espera poder tratar correctamente a aquellos con depresión severa y otros males a causa del desamor.
Bueno, allá los científicos y sus explicaciones, yo prefiero seguir creyendo que el amor es un sentimiento y no cuestiones de química geografía cerebral. Me sigo llevando por la intuición y no por el mapa ese que hicieron.
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