sábado, 13 de noviembre de 2010

Pa' matar el hambre en casos de necesidad

Mi abuela siempre tenía en el patio de su casa una mini-finca y en cualquier momento teníamos en nuestra mesa alimentos cultivados por ella y mi abuelo:  guineos, platanos, malanga, ñame, pana, calabaza, aguacate, gandules, oregano, ají dulce y picante, limones, mangó y acerolas.  Su pensamiento era que si no había chavos con hambre no nos quedabamos.


En nuestra bella isla del encanto, no pensamos en el futuro. Los terrenos agrícolas los utilizan para construir urbanizaciones y centros comerciales por lo que las verduras que consumimos vienen de Republica Dominica, Costa Rica y Ecuador entre otros.  ¡Ya hasta el café es importado!  Se nos olvidó que tenemos que asegurar nuestros abastos de comida para casos de emergencia.


El miedo con qué vivía mi abuela era que si pasaba "algo", por ejemplo una guerra, y no llegaba la comida a los supermercados entonces, ¿qué ibamos a comer?  No es solo una guerra, esos barcos que traen nuestra comida pueden tener problemas en alta mar.  Allá en el óceano Indico hay piratas, ¿qué pasa un día una de esas guerrillas que hay en latinoamérica decide buscar dinero interceptando barcos?  ¿qué pasa si tenemos un accidente de grandes proporciones que impida la entrada al puerto de SJ, dónde sigue llegando la mayor parte de la carga a este país?


Es urgente trabajar con un plan de reserva de alimentos serio, más aun es urgente darle a la agricultura el sitio que se merece y educar al pueblo para que volvamos a los tiempos en que cada familia tenía  un huerto casero.  Ademas, todos tenemos que aprender a crear nuestra propia reserva de alimentos.     


Iniciativas, como la que se va a realizar en Morovis, para utilizar la tecnología para controlar el ambiente de las siembras son excelentes dado el caso de que las condiciones climatológicas cambian con tanta frecuencia y a la menos provocación las lluvias de varios días destruyen el trabajo de varios meses.  Pensemos gente, esto es serio, necesitamos revertir nuestro rumbo y convertirnos en un país hasta cierto punto autosuficiente.  Siempre tendremos que importar, pero que sea menos, ahora mismo dependemos de forma casi total del extranjero para poder comer.


Para los interesados en la agricultura orgánica, encontré este blog muy interesante:  ¡Desde mi huerto!, y este fin de semana precisamente, tienen una actividad muy interesante dónde combinan la agricultura con otras expresiones de nuestra cultura.  Vean el blog para detalles.

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