Para combatir este tipo de estrés lo mejor es hacer ejercicio. En un pequeño estudio entre mujeres en los EU se demostró que 14 minutos de ejercicio vigoroso al día protegen las células del efecto envejecedor del estrés. Dije 14 minutos de ejercicio vigoroso, significa que hay que sudar copiosamente, que durante ese tiempo, la persona casi no puede hablar. No es mucho tiempo, así que vale la pena probar si realmente funciona.
Y para aquellos que me dicen que no tienen tiempo para ejercitarse, a continuación 5 truquitos para asegurar que le hacemos la batalla a las trampas que nos presenta el factor tiempo:
- Levantase 15 minutos antes para hacer ejercicio - si esperas a ejercitarte en la tarde seguramente pasará algo que te lo impida, roba la vuelta y mejor hazlo a primera hora en la mañana.
- Si no tienes tiempo para la rutina completa, ejércitate más duro durante el tiempo que tengas disponible - Se supone que si haces el ejercicio lo más rápido posible durante un minuto, y luego durante el siguiente minuto lo haces más despacio y así sigues alternando hasta completar 10 repeticiones, sudas lo suficiente para lograr el efecto deseado.
- Atrévete a tomar breaks productivos en el trabajo, haz ejercicios de calistenia - Esto es totalmente loco, no se si me atreva pero he visto a Jeremy Piven, el de Entourage haciéndolo en su oficina. Se supone que después de 30-40 minutos los seres humanos normales necesitan un descanso para reenfocarse en su trabajo, para ello normalmente nos paramos a chismear con nuestros compañeros, a tomar café y otros. En lugar de esto, debemos aprovechar para hacer ejercicios de calistenia.
- Recluta un amig@ que te acompañe - Está de moda hacer "amigos" en facebook y otras redes sociales, en lugar de pasar el tiempo sentado echando "pipa", sal a caminar con un amigo real y a la vez hablan un rato de sus cosas. Así no te contaminas con el uso exagerado de la tecnología.
- Mueve la trotadora para la sala y haz ejercicio mientras ves tus programas favoritos - Si quieres cuando veas la comay, las novelas o lo que sea que veas cuando llegues a tu casa, lo ves mientras usas la trotadora que tienes escondida en el cuarto debajo de una montaña de ropa.
Yo con tal de no verme con las mismas ojeras y bolsas debajo de los ojos que Rosello, voy a seguir un plan de ejercicios que me asegure sudar un rato.
envejecer estrés crónico ejercicios pedro rosello
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