Bueno, regresando a mi postal, me la envió una amiga desde California y me hizo recordar otros tiempos. Después que aprendí a escribir, todos me decian que tenía una letra bonita asi que mi abuela ni corta ni perezosa se aprovechó de eso y todos los años me hacía escribir sus postales navideñas.
Por aquellos tiempos, casi todos sus hermanos estaban vivos (fueron 12) y ella le enviaba una postal a la familia de cada uno. También le enviaba postal a algunas amistades. El proceso incluía ir a comprar las postales, había que escogerlas con sumo cuidado, cada postal tenía que representar el verdadero espíritu de la Navidad y encima, de alguna forma tenían que hacer pareja con la persona que la iba a recibir. Yo jamás entendí como hacía esto, a mi no me hacía diferencia cual le tocaba a tío Nando y cual a tía Aleja.
Cuando teniamos todas las postales, tocaba empezar a escribir. Mi abuela me dictaba el mensaje especial para cada una. Todo era personalizado, dedicado especialmente a cada familia. Todos los miembros eran mencionados, incluyendo los perros y gatos. Al terminar entonces había que escribir la dirección en cada sobre, colocar la tarjeta adentro y para terminar de sellar el sobre se le colocaba un sellito de esos que enviaba el Hospital del Niño y que mi abuela siempre compraba.
El proceso era largo, pero a mi me gustaba, por alguna razón sentía que estaba haciendo un trabajo de adulto. Todo era parte de la Navidad, tan importante era enviar las tarjetas como montar el Nacimiento y el arbolito. Por supuesto que cuando los tíos enviaban sus tarjetas se celebraban con gran ceremonía y luego se colocaban en el arbolito de Navidad. Ahora las "postales" las envio por internet, igual las celebro aunque no pueda colocarlas en el árbol. Por cierto, tan pronto termine esta entrada envío las postales de este año, esa es una ventaja, no pago sellos y llegan justo a tiempo; digo si las envío a tiempo.
tarjetas de navidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario