sábado, 4 de diciembre de 2010

¿Todavia dudan de que el mar se traga la tierra?

Cuando era niña y escuchaba los cuentos de los adultos con respecto a los terremotos temia porque algún día en medio de un terremoto el mar se tragara nuestra isla.  La imagen me parecía aterradora, el mar transformado en una enorme garra de agua penetraba tierra adentro y luego retrocedía llevándose consigo todo lo que había encontrado a su paso.  Como todo monstruo que goza atacando a sus víctimas esa garra volvería a entrar y retroceder tantas veces como fuera necesario para limpiar todo el territorio nacional hasta llevarse el último puñado de tierra.  Finalmente, de Puerto Rico quedaría solo un recuerdo.


Siendo ya adulta aprendí que con un terremoto, el mar no se tragaría la isla entera pero el alivio no me duró mucho porque entonces empecé a escuchar sobre el calentamiento global y cómo el nivel del mar va subiendo cada año hasta el punto de que hay islas y pueblos costeros a quienes les habían pronosticado su fin.  Tuvalu, Kiribati, las Islas Marshall y Las Maldivas tienen ya sentencia de muerte.  En Las Maldivas han creado un fondo con los ingresos del turismo para comprar territorio en Sri Lanka, India o Australia y poder poner a salvo alli a sus habitantes.  Tuvalu ha iniciado un programa de evacuaciones con el objetivo de poner a salvo a sus 11,300 habitantes.  Nueva Zelanda se ha comprometido a aceptar 75 refugiados por año.  Cerca de nosotros, la isla Atafona al norte del Brasil está desapareciendo poco a poco ante el avance del mar que sigue empujando la línea costera cada vez más adentro.  


Mientras esto pasa hay quienes dudan de que el calentamiento global sea cierto y las naciones ricas continuan doblando las rodillas ante los poderosos a quienes no les conviene que se adopten medidas para el uso de la energia renovable.  Los miembros de la Alianza Bolivariana le exigieron a los países ricos no repetir el error de Copenhague y salvar el Protocolo de Kyoto. Los delegados del ALBA denunciaron que los países ricos han tenido reuniones secretas con el propósito de terminar los compromisos adquiridos en el Protocolo de Kyoto.  Solo con el tiempo sabremos si tienen la razón pero yo no lo dudo para nada, después de todo los primeros que se fastidian siempre son los más pobres, ¿por qué los más ricos habrían de preocuparse por ellos?


Todos los países del mundo son cada año más vulnerables a los efectos del cambio climático pero todavía los países ricos se creen fuera de la ecuación.  ¿Qué rayos esperan para reaccionar y cumplir con el Protocolo?  ¿Cuanto más tiene que pasar para que los gobiernos se impongan sobre los intereses económicos de unos pocos?  ¿Qué se pierdan más vidas?  ¿Que nos quedemos sin bosques?  ¿Que no haya agua para regar los cultivos ni para beber?  Todos sabemos que la tecnología para vivir sin depender de fuentes de energía no renovables existe, tan solo se necesita verdadera voluntad para hacerlo realidad.  Las Naciones Unidas están celebrando en Cancún, Mejico otra edición de la Convención sobre el Cambio Climatico, esto representa una nueva oportunidad de hacer lo correcto, a ver quienes son los valientes que comienzan a actuar a favor del futuro de la humanidad.  ¿Estaremos a tiempo de evitar que el mar se siga tragando la tierra?


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